Tomás Martín Rebollo
Tomás Martín Rebollo nació en la albaicinera calle de San Juan de los Reyes en 1858 (…) La estancia de Fortuny en Granada fue clave para el joven Tomás pues despertó en él la pasión por la acuarela, y cuando el gran artista se marche a Italia en octubre de 1872 nuestro aprendiz de pintor se matri...leer más
Tomás Martín Rebollo nació en la albaicinera calle de San Juan de los Reyes en 1858 (…) La estancia de Fortuny en Granada fue clave para el joven Tomás pues despertó en él la pasión por la acuarela, y cuando el gran artista se marche a Italia en octubre de 1872 nuestro aprendiz de pintor se matriculará en la Escuela de Bellas Artes de Granada declarándose ya artista de profesión, y donde recibirá clase de un maestro bien distinto al de Reus, el pintor Julián Sanz del Valle (…) Debuta con dieciocho años en la brillante exposición celebrada en Granada en 1876, ganando la medalla de plata. Al año siguiente presentó unas acuarelas en la exhibición que la Sociedad Económica ofreció al Rey Alfonso XII con motivo de su visita a la ciudad y fue el autor del diploma o título de socio, a la aguada, que la ilustre institución otorgó al monarca.
Martín marchó a Madrid deseoso de encontrar nuevos horizontes y ampliar sus conocimientos, así que se hizo socio del Círculo de Bellas Artes madrileño, asiste a su clase de acuarela y participa en su primera exposición (1880), junto con su paisano Larrocha (…) Se matricula en la Escuela Especial de Pintura en el curso 1880-81 (…) sin llegar a examinarse, y acude a la Nacional de 1881 con dos acuarelas (…) Regresa a Granada en el verano de 1882 al mismo tiempo que un periódico inglés alababa sus acuarelas de tema granadino y la que reproducía la copia de un retrato (…) En enero de 1883 tenía en los escaparates de dos comercios granadinos dos acuarelas (…) que demostraban que el autor poseía genio y talento (…)
Su carácter tímido y modesto no le ayudaba a abrirse paso en el mundillo artístico local, por lo que regresa a Madrid donde un dibujo a pluma suyo figura en el Álbum que la Academia de Jurisprudencia regaló a la Reina María Cristina con motivo de la inauguración de su nuevo local (1883) (...) Presenta en la Exposición permanente del joven Centro Artístico (1885) unos Apuntes de figura y marcha de nuevo a Madrid con una pensión concedida por la Diputación granadina que aunque fue a dedo no despertó rencores pues todos estuvieron de acuerdo en que la merecía sobradamente (…) Instaló su estudio madrileño en una casa cerca del campo en el barrio de Salamanca y se matriculó en la clase de “Elementos del Dibujo de Figura” que impartía Casado en la Escuela Especial de Pintura, a la vez que realiza multitud de apuntes y dibujos (…) aunque su modo de ser solitario hace que siga siendo prácticamente un desconocido en la gran urbe. Frecuenta la Sociedad de Acuarelistas (…)
Se presenta en la Nacional de 1887 como discípulo de Julián Sanz del Valle (…) [En 1888] pasó una temporada en la costa cantábrica realizando multitud de impresiones y apuntes. En el verano del 89 participó en una exposición de la Sociedad de Acuarelistas madrileña (…) y en otra del Círculo de Bellas Artes (…) Coincide en 1893 con sus paisanos Larrocha, Vallcorba y José Sánchez Gerona en el Museo del Prado haciendo copias de las obras de los grandes maestros. Nuestro Martín hizo estudios a la acuarela de las principales obras de Velázquez (…) y deleitó al público madrileño con una serie de paisajes y acuarelas de tipos populares, de una perfección extremada, en la Bienal del Círculo de Bellas Artes (…) Lo encontramos de nuevo en la Bienal del Círculo de Bellas Artes de 1898 alternando con artistas de la talla de Sorolla, Moreno Carbonero o Muñoz Degrain (…) Al ir discurriendo el nuevo siglo Tomás se va distanciando de Granada (…) En 1909 y por primera vez desde que se estableció en Madrid, expuso en solitario, y lo hizo en la Sala Iturrioz, con noventa y cuatro obras que iban desde bellas acuarelas de tipos populares a paisajes y vistas de Granada, Santillana del Mar o Madrid. Tomás viajó a Roma en 1911 y regresó a Madrid a los diez meses. El resultado de sus impresiones de este viaje se pudo ver también en la Sala Iturrioz (…) enfermó de corazón y falleció en Madrid en 1919 (…) El Círculo de Bellas Artes organizó una exposición (…) con gran éxito de público y ventas.
MARIA DOLORES SANTOS MORENO: Pintura del siglo XIX en Granada: Arte y Sociedad, Universidad de Granada, 1997, págs. 856-863 (Tesis doctoral inédita)
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